¡Ya están aquí!, los esperábamos ávidos de conocer su comportamiento en la añada 2010, en la que tenemos puestas muchas esperanzas en lo que a vinos de Borgoña se refiere. Nuestra naturaleza inquieta ha hecho que estos días hayamos probado algunos de los vinos de esta prestigiosa bodega en la que en teoría es una fantástica añada.
Siempre regular y sólido, este domaine nos regala vinos de una excelente relación calidad precio añada tras añada, y lo que es más importante, bien diferentes atendiendo a las condiciones de cada año. Su filosofía impide que intervengan para maquillar el resultado final en aras de la homogeneidad de una marca, cada año sus vinos son diferentes, mágicos y buenos, muy buenos. Pierre Benoist es el responsable de tanto disfrute.
Estos 2010 son impresionantes, con una Fortune cargada de flores dulces, de bella estructura tánica, con presencia pero sin molestar , largo, de sed, un vino de botella de domingo mientras cocinas, un chicharro al horno o una buena rueda de bonito se me antoja.
La Digoine son grosellas, frescura, taninos sabrosos, como calizos, muy elegantes, de esos difíciles de conseguir. Sabroso, flores, largo y de vuelta, una auténtica delicia.
Que decir del escasísimo Montots, salivando... Secreto, secreto...
En cuanto a la información de la bodega, lo mejor es que le echéis un vistazo a su web A.et P. de Villaine
Vinos de verdad, originales y únicos añada tras añada, alejados de convencionalismos y de la fórmula de la Coca-cola.
Salud.
miércoles, 23 de mayo de 2012
viernes, 11 de mayo de 2012
Grands Jours de Bourgogne 2012. Y una cena inolvidable
Esta es una pequeña historia sobre un viaje al que puntualmente y cada dos años allá por Marzo tengo la suerte de disfrutar desde el año 2008. El destino, los Grands Jours de Bourgogne, o lo que es lo mismo, el salón más importante de los vinos de Borgoña.
Un evento que siempre es especial pero que este año tenía algo más, y en lo que aquello acabó fue una de las experiencias más gratificantes que he tenido.
Allá nos dirigimos LosTintoreros junto con un grupo de amigos aficionados a los vinos de esta región. Un total de 15 personas para disfrutar de una semana intensa, cargada de buenos vinos y mejores momentos, y en la que se pretendía como colofón, ofrecer una cena española en una de las casas rurales donde nos alojamos, a los productores con los que trabajamos.
Tuvimos ocasión de catar muchos y buenos vinos, casi todos de la añada 2010, que en principio se anunciaba como una de las grandes, eso si penalizada por una cosecha minúscula.
En la parte de la Côte de Nuits nos quedamos con la impresión de que en esta añada, las comunas de Gevrey-Chambertin y de Nuits St Georges son las que se llevan la palma, con vinos equilibrados, elegantes, fáciles de beber en su juventud y vibrantes, que nos han hecho disfrutar de lo lindo. No así en los pueblos de Chambolle-Musigny y Morey St Denis donde los vinos se mostraban faltos de su elegancia habitual y con una sensación azucarada no muy agradable, si bien el resultado en Morey parece por encima que el de su vecino Chambolle.
En Vosne-Romanée y Vougeot nos encontramos con vinos armónicos y muy perfumados, accesibles y muy evidentes en boca. Puro placer para los sentidos.
En lo que se refiere a la Côte de Beaune, tuvimos oportunidad de catar los vinos de los pueblos de Meursault y Volnay, con unos blancos frescos y vibrantes pero difícilmente accesibles en este momento. En el caso de Volnay la añada se muestra potente pero con muy buena frescura y dependiendo de los productores con estructura tánica algo severa.
Además de asistir a los eventos programados en la feria, tuvimos la ocasión de visitar algunas bodegas, empezando con una visita a Domaine de Comte Georges de Vogüé, uno de los más prestigiosos de toda la Borgoña que se distingue por ser el mayor propietario del Grand Cru Musigny, donde tuvimos la suerte de probar en barrica todos sus vinos.
A continuación en uno de los más prestigiosos Domaine de la Côte de Beaune, Bonneau du Martray, en donde fuimos atendidos, como siempre magníficamente por Jean Charles le Bault de la Morinière, y donde tuvimos la suerte de disfrutar de una vertical de su Corton-Charlemagne en las añadas 1997, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008 y 2009. Un 97 vivo y perfecto para tomar, 2004 perfilado y directo cargado de mineralidad, un 2005 serio y austero que se negó a revelar todo su potencial, 2006 muy abierto y agradable, el 2007 que al contrario de la última vez que lo catamos se mostraba cerrado y potente, un 2008 extraordinario, sólido y de grandes matices, y el 2009 con su potencia sin igual pero con una distinción final más que notable.
Compartimos también visita con el encantador y afable Thibault, de Domaine Thibault Liger Belair, que nos agasajó con una cata de toda su gama en la añada 2010 y algunos vinos con algo más de tiempo a sus espaldas. La cata fue soberbia, y muy bien dirigida por Thibault, que demostró la influencia de los diferentes terroir en la expresión de los vinos, que francamente estaban espectaculares.
No faltó la cata de los 2010 en Domaine Lafarge, con los simpatiquísimos Chantal y Frédéric Lafarge y sus estratosféricos 2010. Y por último una cata en la Maison Romane que cada año hace unos vinos más delicados y profundos, con un Pommard L´argillière 2007 deslumbrante.
Llegó la hora de la verdad, la cena española, idea que acogieron con entusiasmo los productores, y nosotros con ganas de estar a la altura, se unen al evento Rodrigo Méndez y Raúl Pérez que traen sus vinos, nervios... Manos a la obra con las tortillas magistralmente elaboradas por Pepiño al monde-corte y por Flequi a cargo de la ejecución técnica, morcillas burgalesas de diseño de nuestro buen amigo Saúl del restaurante Blue Gallery, Jamón y demás ibéricos de Guijuelo, vinos de Jerez, unos buenos callos como fin de fiesta y unas ganas inmensas de pasarlo bien.
La comunicación como siempre es difícil, pero el vino y las ganas de compartir hicieron que todo fuera más fácil y que terminara en una gran noche llena de momentos inolvidables y buenos vinos que generosamente ofrecieron todos los elaboradores asistentes y también los que no pudieron asistir.
Sirva a este post para que le podáis poner cara a la gente con la que trabajamos y compartimos esta pasión por el vino.
Muchas gracias por todo y a todos, de todo corazón, por esa noche inolvidable, incluidos a nuestros vecinos Taiwaneses que aguantaron pacientemente largas noches de vino y risas.
Salud!
Un evento que siempre es especial pero que este año tenía algo más, y en lo que aquello acabó fue una de las experiencias más gratificantes que he tenido.
Allá nos dirigimos LosTintoreros junto con un grupo de amigos aficionados a los vinos de esta región. Un total de 15 personas para disfrutar de una semana intensa, cargada de buenos vinos y mejores momentos, y en la que se pretendía como colofón, ofrecer una cena española en una de las casas rurales donde nos alojamos, a los productores con los que trabajamos.
El Dream Team |
Tuvimos ocasión de catar muchos y buenos vinos, casi todos de la añada 2010, que en principio se anunciaba como una de las grandes, eso si penalizada por una cosecha minúscula.
En la parte de la Côte de Nuits nos quedamos con la impresión de que en esta añada, las comunas de Gevrey-Chambertin y de Nuits St Georges son las que se llevan la palma, con vinos equilibrados, elegantes, fáciles de beber en su juventud y vibrantes, que nos han hecho disfrutar de lo lindo. No así en los pueblos de Chambolle-Musigny y Morey St Denis donde los vinos se mostraban faltos de su elegancia habitual y con una sensación azucarada no muy agradable, si bien el resultado en Morey parece por encima que el de su vecino Chambolle.
En Vosne-Romanée y Vougeot nos encontramos con vinos armónicos y muy perfumados, accesibles y muy evidentes en boca. Puro placer para los sentidos.
En lo que se refiere a la Côte de Beaune, tuvimos oportunidad de catar los vinos de los pueblos de Meursault y Volnay, con unos blancos frescos y vibrantes pero difícilmente accesibles en este momento. En el caso de Volnay la añada se muestra potente pero con muy buena frescura y dependiendo de los productores con estructura tánica algo severa.
Además de asistir a los eventos programados en la feria, tuvimos la ocasión de visitar algunas bodegas, empezando con una visita a Domaine de Comte Georges de Vogüé, uno de los más prestigiosos de toda la Borgoña que se distingue por ser el mayor propietario del Grand Cru Musigny, donde tuvimos la suerte de probar en barrica todos sus vinos.
A continuación en uno de los más prestigiosos Domaine de la Côte de Beaune, Bonneau du Martray, en donde fuimos atendidos, como siempre magníficamente por Jean Charles le Bault de la Morinière, y donde tuvimos la suerte de disfrutar de una vertical de su Corton-Charlemagne en las añadas 1997, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008 y 2009. Un 97 vivo y perfecto para tomar, 2004 perfilado y directo cargado de mineralidad, un 2005 serio y austero que se negó a revelar todo su potencial, 2006 muy abierto y agradable, el 2007 que al contrario de la última vez que lo catamos se mostraba cerrado y potente, un 2008 extraordinario, sólido y de grandes matices, y el 2009 con su potencia sin igual pero con una distinción final más que notable.
Jean Charles en Bonneau du Martray |
Compartimos también visita con el encantador y afable Thibault, de Domaine Thibault Liger Belair, que nos agasajó con una cata de toda su gama en la añada 2010 y algunos vinos con algo más de tiempo a sus espaldas. La cata fue soberbia, y muy bien dirigida por Thibault, que demostró la influencia de los diferentes terroir en la expresión de los vinos, que francamente estaban espectaculares.
No faltó la cata de los 2010 en Domaine Lafarge, con los simpatiquísimos Chantal y Frédéric Lafarge y sus estratosféricos 2010. Y por último una cata en la Maison Romane que cada año hace unos vinos más delicados y profundos, con un Pommard L´argillière 2007 deslumbrante.
Llegó la hora de la verdad, la cena española, idea que acogieron con entusiasmo los productores, y nosotros con ganas de estar a la altura, se unen al evento Rodrigo Méndez y Raúl Pérez que traen sus vinos, nervios... Manos a la obra con las tortillas magistralmente elaboradas por Pepiño al monde-corte y por Flequi a cargo de la ejecución técnica, morcillas burgalesas de diseño de nuestro buen amigo Saúl del restaurante Blue Gallery, Jamón y demás ibéricos de Guijuelo, vinos de Jerez, unos buenos callos como fin de fiesta y unas ganas inmensas de pasarlo bien.
La comunicación como siempre es difícil, pero el vino y las ganas de compartir hicieron que todo fuera más fácil y que terminara en una gran noche llena de momentos inolvidables y buenos vinos que generosamente ofrecieron todos los elaboradores asistentes y también los que no pudieron asistir.
Yvone y Chantal Contat Grange, acompañados de Pepiño, futura estrella del Ribeiro y de Flequi, los maestros tortilleros. |
Domaine Morot |
Chavy-Chouet |
Domaine Jean Marc Vincent |
Pierre Matrot |
Pascale Matrot |
Manuel Olivier |
Damoy en primer plano y Thibault Liger Belair |
Dos grandes! |
La Maison Romane |
Siempre nos quedará Lafarge... |
Muchas gracias por todo y a todos, de todo corazón, por esa noche inolvidable, incluidos a nuestros vecinos Taiwaneses que aguantaron pacientemente largas noches de vino y risas.
Salud!
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